viernes, 15 de mayo de 2009

IN MEMÓRIAN



ERAN UNAS SOMBRAS

"…Si hermano, las vacas fueron desapareciendo poco a poco en la finquita que menciona el sobrino, y la leche faltó durante meses en los desayunos. Si hermano, ese invierno llegó sin avisar, sin decir agua va. La peor tormenta arrasó con casi todo, y arrastró a los animalitos que teníamos en aquel corral hecho con el sudor de la frente y unos troncos de conacaste más unas reglas de pino aseguradas con alambre de amarre. Vieras cómo estaban de lindas las vaquitas, si parecían de peluche las jodidas, como esos regalos de Navidad que exhiben en los supermercados. Quién no las va a recordar hermano"…
El hombre que así hablaba, miraba al cielo como inspirándose en las nubes para seguir hablando.
"Viera cómo estaban!...La Mirtala le puede contar con más detalle lo que yo le cuento…¡Viera!..."
El humo del puro tabaco que fumaba el hombre se fue esparciendo como una enredadera queriendo subir al cielo donde las nubes grises anunciaban un "tormentón" de esos como el que se llevó a las vacas en aquel día del casi diluvio. Eran vacas de buena leche. La Mirtala todavía sueña en el regreso de ellas. De qué sirve que regresen en sueños. Los sueños no alimentan."

"Hummm......, no te fíes hermano Pablo, de esos pueblos de cielos azules donde no hay nubes y todo parece como pintado por el mejor acuarelista de la región, porque hasta allí llegará el ventarrón. Cuida tus animalitos y no dejes de saludarme a la comadre Eufemia que imagino goza de buena salud."
- "Así lo haré Loncho, y gracias por compartir tu tabaco hondureño con este tu hermano que tanto te quiere."

Los dos hombres siguieron platicando. Yo montado en el macho que me habían prestado, me alejé rumbo al caserío donde ya no se podía oír lo que ellos hablaban, sólo un murmullo se dejaba venir con el viento que empezaba a soplar.
Era como un murmullo revoloteando entre el viento, como hojas secas o alas de pájaros juntándose con otras alas. Era un rumor seco que sólo mi caballo y yo podíamos oír, las palabras habían quedado silentes por la distancia y los dos hombres ya eran unas sombras nada más, como la canción…

Domingo Urbano

Enero 2007.

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