
Generalmente no leo los artículos de Mario Vargas Llosa. Pero hoy me llamó la atención uno, titulado “La cultura adormecida”, del que transcribo algunos párrafos, los cuales demuestran que tanto en otros como en este país, también se cuecen habas.
“Algo anda mal en la cultura de un país si sus artistas, en lugar de proponerse a cambiar el mundo y revolucionar la vida, se empeñan en alcanzar protección y subsidios del gobierno”.
“”Por todo ello es preferible que el Estado, si tiene el propósito de promocionar la cultura, transfiera lo principal de esa tarea a la sociedad civil, mediante políticas –como los incentivos fiscales- que estimulan el mecenazgo y las iniciativas culturales de los particulares. De este modo, se descentraliza y diversifica la ayuda, y se reducen los riesgos de favoritismo y de discriminación, y se atenúa el efecto adormecedor para la cultura que deriva de un monopolio estatal del patrocinio cultural. Octavio Paz lo explicó con lucidez: se comienza pidiendo subsidios al “ogro misantrópico” para crear y se termina creando para obtener subsidios””.
Bienvenidas sean las ayudas, -dice Vargas Llosa -, pero que les lleguen a quienes las necesiten de manera que no condicione subjetivamente su quehacer artístico ni cercene su independencia.
Al final de esta nota, sigo pensando en las palabras de nuestro poeta Alfonso KijadaUrías quien un día se atrevió a decir: “No está bien que el poeta se vuelva servidor del estado, pues su misión es denunciar el engaño, dar forma al mundo e impedir que se duerma”.
Domingo Urbano
16 de Agosto del 2004.
1 comentario:
mmmm pues estan muy interesante el trabajo efectuado aunq a mi parecer la obra carece de mas sentimiento en sus trazos, y esta bastante pobre la ilustracion, siento q el autor pudo hacerla mejor.
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