jueves, 10 de junio de 2010

El huésped


Hoy me viene a la memoria

Presencia de antiguas realidades,

Donde anidaron sentimientos y temores

Bajo la ventana de tarros de colores

Entre las hojas y rojas flores

Más allá del pasillo y la vieja alfombra.

Donde posé, en las tardes invernales,

Mis pies descalzos, que en danza abierta,

Giraron hacia la puerta de la música escondida.

Fue entonces que cantaron los pájaros

Entre las ramas, más allá de la ventana.

Mi loco corazón se cubrió de frío en la mañana,

Cuando el rocío se extendía sobre la grama.

En el fondo de la casa del amor y de la vida

Está el aposento en la penumbra,

Allí donde los pasos se hacen más cortos y medidos,

Al encuentro de unos ojos encendidos

Vamos de nuevo a encender la luz entre papeles –dijo el huésped- y tomó la pluma con mano temblorosa de un anciano.

Los papeles amarillentos, por el tiempo,

Estaban allí sobre la mesa del huésped del bastón y del sombrero.

Una raída bufanda y un paraguas

Colgaban de la pared de cal y madreselva.

Pero esta vez él volvía como se vuelve

de un largo viaje a media noche, entre neblinas.

Volvía en el aire a través del viento entre ramas de los árboles frondosos que permanecían afianzados a la tierra donde crecían los geranios y los tréboles morados. Volvía sin ropa y sin cuerpo. Apenas era una brisa con aroma de incienso que se colaba entre los intersticios o rendijas de la ventana y penetraba en todas las paredes y muros de la casa. Era una presencia invisible, sin velos, sin corona ni estandarte. Era la ceniza de viejos papeles quemados. Era la luz de la Luna reflejada en los cristales y en el patio. Era el eco del silbido de un pájaro lejano; un soplo de flauta Sebastiana. Era una luz de luciérnaga sobre el arríate de dormidas flores amarillas. Era una gota de agua en el fondo de una copa recién lavada, puesta en el estante de los platos de porcelana decorativa, frente al comedor de los banquetes, de catorce sillas de caoba, y tapizadas.

Ese era el huésped que volvía, en el silencio de la noche…

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