
Estos textos que en vuestras manos dejo, han sido elaborados a la manera de un jardinero circunstancial, que viendo el yerto jardín, se puso un día a sembrar semillas; regando día a día el sudor de su frente sobre la tierra prometida.
Así como el jardinero, contento de ver brotar las florcillas de su pequeño jardín, este servidor de ustedes, comparte estas letras. Esperando no caigan en saco roto al final del camino de esta época se seca; donde algunos se creen “genios”, magnates, o arrogantes dueños del pensamiento.
Dejar en estas hojas unas cuantas gotas de rocío, es mi mayor pretensión en esta actividad de “escribidor” por la que estoy pasando a esta altura de la vida.
Manuel Elías.
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