Juan Octubre, pintor de acuarelas.
Juan Octubre, con el carboncillo en mano, traza unas líneas primerizas sobre el bloc de papel colocado en el caballete. Da unos pasos atrás, ve hacia un rincón donde no hay modelo ni cosa parecida. Imagina y sigue formando en el blanco papel una figura femenina que sólo en su pupila existe.
Entre los papeles que el viento ha regado sobre el piso, hay un manuscrito a lápiz con notas sobre una historia que el pintor de acuarelas ha escrito con su puño y letra titulada Mariposa.
Lo adjuntamos aquí:
“Se ha escrito historias como esta, que no es la única ni la verdadera sobre
Tenía un aire de libertad en sus pequeños ojos soñadores que miraban inquietos a la hoja de papel que yo colocaba en un tablero.Donde más tarde me pondría a dibujar, teniéndola a ella como modelo. Recuerdo que el primer trabajo fue un descubrimiento casi infantil de mi parte, pues toda ella me pareció una mariposa multicolor, la que vendría a ser mi modelo preferida y, desde ese primer día la bauticé como
La Mariposa llegaba al estudio cargando su mochila de viajera citadina, a veces con botas y sombrero de verano y una falda corta que dejaba ver sus grandes nalgas a través de la pegada falda.
Recuerdo el dibujo a tinta china que le hiciera cuando caminaba por una acera con su mochila al hombro y su sombrero de lonilla sobre su cabeza y al fondo unos árboles de pino mecidos por el viento en pleno mes de octubre. Ese dibujo fue a parar a la casa humilde de una señora amiga de
Viajera que vas por cielo y por mar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario